miércoles, 23 de enero de 2013

Lamento di Tristano


Fue a mediados del siglo XII cuando apareciera el mito que inspiraría trágicas leyendas amorosas tan conocidas por todos como Romeo y Julieta o Brunilda y Sigfrido. Se trata de la desdichada historia de amor entre Tristán e Isolda, fábula de origen celta que circuló, como parte de la tradición oral y escrita, por la Europa del correr del siglo XIII. Es de este modo como encontramos en España referencias a este Tristán en las Cantigas de Santa María de Alfonso X El Sabio y, en el primer tercio del siglo XIV, en la obra del Arcipreste de Hita. Joanot Martorell, bien conocedor de la materia de Bretaña, no dudó en hacer alusión a esta leyenda mediante este romance en su Tirant lo Blanch, pues la leyenda pertenecía ya a una temática muy difundida entre las aventuras caballerescas.  
Mal se quexa don Tristán,     que la muerte le aquexava;
preguntando por Iseo,     de los sus ojos llorava:
‑¿Qu’es de ti, la mi señora?     ¡Mala sea la tu tardada!,
que si mis ojos te viesen     sanaría esta mi llaga.‑
            Él este planto haziendo     y la reina que llegava:
            ‑¡Quién os hirió, mi señor,     herida tenga de rabia!
            ‑Hirióme el rey mi tío     de aquesta cruel lançada;
hirióme desde una torre,     que de cerca no osava.
            Juntóse boca con boca,     allí se salió el alma.
Con todo, Tristán y su historia varían de poeta a poeta, así conservamos -entre las más antiguas- la versión anglo-normanda de Thomas, la francesa de Béroul y la alemana de Eilhart von Olberg, ésta última es la única conservada en su totalidad. Pero la que aquí nos atañe es la que aparece documentada en el Manuscrito de Londres que, aunque actualmente se encuentra en la British Library, se trata de un ejemplar copiado en el norte de Italia, adquirido en 1420 por la familia Médici.

Este heterogéneo y desestructurado manuscrito compendia piezas musicales de diferentes compositores, dedicado sobre todo a obras de polifonía profana. De entre las composiciones de Francesco Landini, Jacopo da Bologna, Niccolò da Perugia, etc, encontramos 15 danzas instrumentales monofónicas: saltarelli, istanpitte, un trotto, La Manfredina y el Lamento di Tristano. Estas dos últimas piezas son dos pares de danzas relacionadas en las que la danza inicial de cada pareja está formada por tres partes (Lamento di Tristano y La Manfredina), y después sigue la segunda serie de tres partes denominadas La Rotta y La Rotta della Manfredina. Es por ello que con frecuencia las encontramos denominadas ''Lamento di Tristano - La Rotta'' y ''La Manfredina - La Rotta della Manfredina''. Este emparejamiento de danzas relacionadas será muy corriente en el Renacimiento. 

Carles Magraner escogió esta danza medieval para dar título a un disco que compendia una selección de danzas y música instrumental de la Edad Media. Danzas reales (de Le Manuscrit du Roi, de la segunda mitad del siglo XIII), estampidas medievales y varias Cantigas de Alfonso X el Sabio, en yuxtaposición con la danza contemporánea, que empleó para la presentación de este disco en 2002, mediante una propuesta escénica coherente y sin fisuras a cargo del coreógrafo Toni Aparisi y el Taller de Bigas Luna. Creando como resultado un conjunto coreográfico que procesado a través de la memoria recuperaba, transfigurado, antiguos ecos.
En estos tiempos confusos y oscuros, Lamento di Tristano apela con su música a un mundo que siempre retorna, a un espacio nada virtual donde lo otro, lo diferente, es contemplado como una parte esencial de nosotros mismos.
(Guillem Miralles)

Para conocer más sobre el espectáculo audiovisual que acompaña la grabación de Lamento di Tristano, de Capella de Ministrers, no dudéis en consultar nuestra página web:


















jueves, 17 de enero de 2013

El Llibre Vermell



La biblioteca de la Abadía benedictina de Montserrat (Barcelona) guarda como primer volumen de su fondo manuscrito el codex que actualmente es conocido como Llibre Vermell. Este códice, que debe su título al color de sus cubiertas de terciopelo rojo, se copió alrededor de 1399, escrito en la suntuosa caligrafía gótica de finales del siglo XIV, y con bellas iniciales miniadas de gran interés artístico, es un ejemplar único de gran relevancia. 

Su contenido es de amplia variedad, con una miscelánea de textos teológicos y devocionales destinados, originalmente, a los monjes y preveres seculares encargados de la cura pastoral de los peregrinos de Montserrat. El compendio, a pesar de la voluntad del compilador, constituye un libro singular tanto en sí mismo y por lo relativo a la expresión de la piedad popular, como por lo que atañe a su cualidad de testimonio y reflejo de la cultura de una época. 

El propósito del compendio era entretener con cánticos y danzas a los peregrinos que llegaban a la Abadía, quienes se protegían en la iglesia durante la noche y en las plazas cercanas durante el día, según se explica en el folio 22:

Quia interdum peregrini quando vigilant in ecclesia Beate Marie de Monte Serrato volunt cantare et trepudiare, et etiam in platea de die, et ibi non debeant nisi honestas ac devotas cantilenas cantare, idcirco superior et inferius alique sunt scripte. Et de hoc uti debent honeste et parce, ne perturbent perseverantes in orationibus et devotis contemplationibus.
Era costumbre pasar las noches velando a Santa María, los peregrinos cantaban y bailaban mientras pasaban las horas. De aquí que fuera necesario encarrilar también las expresiones musicales piadosas y festivas con la creación de un repertorio de cantos populares adecuadas al lugar. Las canciones del Llibre Vermell toman la música popular, de los trobadores, sin dejar de ser poemas de alabanza a la Virgen María, de acuerdo con el ambiente que querían los monjes para su monasterio. 

El cancionero montserratino de los folios 21v. al 27 es la parte más famosa del Llibre Vermell. Los Gotx (gozos) que cantaban los escolanes, los primeros conocidos en catalán, estaban acompañados por instrumentos, respondiendo los peregrinos después de cada estrofa. Otros títulos son O Virgo Splendens y Stella splendens in monte, en latín; Imperaytriz de la ciutat joyosa, en occitán...etc. Todos ellos de autor desconocido. El cancionero termina con un canto sobre la muerte del que hablaremos más abajo, una miniatura muestra un cadaver en un sepulcro.


Al interés poético y musical se añade el de las danzas, que hacen de este códice un testimonio único de danza religiosa de la Europa de finales del siglo XIV.

A pesar de que la colección fue copiada a finales del siglo XIV, la mayor parte de la música se cree que es anterior. Por ejemplo, el motete anteriormente citado Imperaytriz de la ciutat joyosa, posee un texto distinto para cada una de las dos voces, estilo que ya no se utilizaba cuando el manuscrito fue copiado.

Pero, como decíamos, es este canto sobre la muerte el que nos atrae con más atención, pues está en concordancia con el tema de las Danzas de la Muerte, desarrolladas sobre todo alrededor del siglo XIV en la literatura europea. 

El tema de la muerte dominó la Baja Edad Media, y frente a ella no había resignación cristiana, sino terror ante la pérdida de los placeres terrenales. Presenta, por un lado, una intención religiosa: recordar que los goces del mundo son perecederos y que hay que estar preparado para morir cristianamente; por otro lado, una intención satírica al hacer que todos caigan muertos, con independencia de su edad o posición social, dado el poder igualatorio de la muerte.

Lo más curioso de la Danza de la Muerte del Llibre Vermell es que está en relación directa con otra representación hallada algo más al sur en la geografía hispana, concretamente en el Convento de San Francisco de Morella (Castellón). Encontramos en su sala capitular unos frescos con un Contrafactum musicado con notación cuadrada gregoriana con la misma melodía montserratina, y la representación figurativa de esta Danza de la Muerte, en la que se hallamos personificados a cada unos de los estamentos sociales, cadaver incluido.



Son estos los dos únicos ejemplares que encontramos en la Península de esta particular Danza de la Muerte que comparte melodía.

En 2002 Capella de Ministrers reunió en un mismo disco las piezas del Llibre Vermell y el Contrafactum de Morella, manifestando así la íntima relación que ambas fuentes musicales tienen. 

En nuestra página web encontraréis los interesantísimos textos de la musicóloga que más ha investigado este tema: Maricarmen Gómez Muntané, así como una selección de videos de las primeras representaciones de Capella de Ministrers de este repertorio:


No perdáis la oportunidad de adquirir ahora el disco Llibre Vermell de Capella de Ministrers en oferta especial a 10€ por tiempo limitado!
















viernes, 11 de enero de 2013

¿Un dilema ante los pronombres personales en una canción del Cancionero de Uppsala —o del Duc de Calàbria?


No me las amuestras más...
             No me las amuestres más...
                          No me los amuestres más.

Después del leer un artículo en el portal de música antigua en la red:
http://www.musicaantigua.com/riu-riu-chiu-anonimo-cancionero-de-uppsala-o-del-duque-de-calabria-s-xvi/ sobre el Cancionero de Uppsala (también conocido como del Duque de Calabria o de Venecia) en torno a la canción “Riu, Riu Chiu” y la polémica sobre las ediciones modernas de textos (musicales o literarios), proponemos otra curiosidad en la canción del mismo recopilatorio renacentista “No melas amuestras mas” (sic, según el facsímil de la edición de Scotto de 1556). Se trata de un villancico en forma de canon al unísono incluido en el apartado de “Villancicos a dos bozes” del Cancionero.


Ante las tres ediciones modernas que hemos consultado de la canción en forma de villancico “No melas amuestras mas”: la primera de Rafael Mitjana, la segunda de Jesús Bal y Gay y la más reciente de Maricarmen Gómez Muntané, nos quedamos ante la duda de, no cómo cantar esta canción, si no qué decir cuándo se canta. La ediciones de Mitjana y Muntané nos presentan este texto:

                              No me los amuestres más, 
                             Que me matarás.

                             Son tan lindos y tan bellos 
                             Que a todos matas con ellos, 
                             Y aunque muero yo por vellos 
                             No me los amuestres más, 
                             Que me matarás.

Seguro que se disfrutaría del placer de cantar estas canciones en los ambientes cortesanos del Renacimiento en donde, con juegos de palabras sepretendía el entretenimiento y la diversión, muchas de las veces desde la desmitificación del amor cancioneril que dio paso a una relación más humana, en donde ya se desvanece el medieval, trovadoresco e idílico amor cortés. Pensemos que para el caballero la mujer es ahora una dama, no una santa. Los textos cancioneriles, muchas veces llenos de ambigüedad y un constante juego, oscilan entre lo que se dice y lo que no se dice, o sea entre lo que realmente se desea: porqu’ el concluir desfaze lo qu’ el dessear abiva (Cancionero de Palacio, número 94), entre lo elevado y lo ínfimo.

Podríamos concluir aquí esta disertación a no ser que el musicólogo lucense Bal y Gay nos presentase otra versión del texto:

                             No me las amuestres más, 
                            Que me matarás.

                            Son tan lindas y tan bellas 
                            Que a todos matas con ellas, 
                            Y aunque muero yo por vellas 
                            No me las amuestres más, 
                            Que me matarás.

La versión de Bal y Gay se aproximaría más a las intenciones de Diego Sánchez de Badajoz (+1550) en un texto que incluye en su “Farsa del juego de cañas” en donde un pastor y una serrana cantan y bailan, mano con mano, este villancico:

                           No me las enseñes más, 
                          Que me matarás.

                          Estábase la monja en el monasterio 
                          Sus teticas blancas de so el velo negro. 
                          No me las enseñes más, 
                          Que me matarás.

Coincidiría también el título de este villancico con una canción extraviada del Cancionero de Palacio. En el folio 174, número 512 leemos en el índice: “No me las enseñes más”.

Cambiemos entonces el pronombre masculino por el femenino y con ello dejemos rienda suelta a la imaginación. ¿Qué hacemos entonces cuando cantamos esta canción? ¿Qué nos inspira el texto? ¿Qué carácter debemos imprimir para reflejar en música lo que las palabras proponen? Sólo nos queda recurrir a la edición de Scotto y ver si encontramos allí la respuesta a las interpretaciones que de este texto se han hecho en las ediciones modernas.

En el folio IIv encontramos la primera voz de este duo. En el folio IIIr la segunda voz. Ambos con unas pequeñas variantes. Dejemos entonces al lector para que saque sus propias conclusiones.


Podéis escuchar el villancico en la interpretación de Capella de Ministrers en nuestra página web:


Carles Magraner, enero 2013
















jueves, 10 de enero de 2013

Cançoner del Duc de Calàbria



En octubre de 1990 en el Monasterio de Santo Espíritu de Gilet (Valencia) Capella de Ministrers grabó el que sería su segundo disco, el Cançoner del Duc de Calàbria, cuya una portada refleja una obra del reconocido artista valenciano Manuel Boix.

El Cancionero del Duque de Calabria, también conocido como Cancionero de Uppsala, es un compendio de piezas musicales tales como villancicos españoles de época renacentista. Recopilado en la corte de Fernando de Aragón, Duque de Calabria, en Valencia, y publicado en 1556 en Venecia por Jerónico Scotto -uno de los más conocidos impresores de su época-, fue encontrado en 1907 por el musicólogo Rafael Mitjana en la biblioteca de la Universidad sueca de Uppsala. 

Se trata de un cancionero de pequeño tamaño y, a diferencia de la costumbre de la época, no contiene dedicatoria ni prólogo, lo que hace difícil conocer las circunstancias en las que se realizó la recopilación.

Entre sus temas hay composiciones de reconocidos compositores españoles como Juan del Enzina, Cristóbal de Morales, Mateo Flecha el Viejo, Bartolomé Cárceres o Francisco de Peñalosa, entre muchas piezas anónimas. 


En la corte del Duque de Calabria la música estaba presente en casi todos los acontecimientos cortesanos, así como la poesía y el teatro. Los cronistas de la época nos describen la capilla del Duque de Calabria como una de las más famosas y nutridas de su tiempo, ‘’no había en España quien tantos y tan buenos músicos tuviese como el Duque’’ (Timoneda). El P. Sigüenza nos la describe de la siguiente forma: 
‘’...assi junto la mejor capilla de músicos, ansí de vozes naturales, como de todo género de instrumentos, que huvo en España ni la ha avido después acá tan buena, en número, abilidades y vozes, porque se junto allí cuanto bueno se hallaba en estos reynos y todos yvan a servirle con mucho gusto’’. 

Tanto la reina Germana (de Foix) como el mismo Fernando de Aragón eran muy aficionados a la música. En el año 1550, a la muerte del Duque de Calabria, eran treinta y seis ministriles y cantores, siendo maestro de capilla Juan Cepa. Se encontraban también en la corte otros músicos como Luys Milan, polifacético y humanista, todo un artista del renacimiento. Nos deja, entre otros, un libro de vihuela de mano intitulado El maestro (1535-36). 

También Mateo Flecha es posible que fuera maestro de capilla en la corte, al igual que su discípulo Cárceres. Durante los diez años que Flecha estuvo en la corte valenciana dejó constancia de su presencia a través de muchas obras en las que se hace referencia a la corte, y en las que lo literario y lo musical se aúnan en una feliz simbiosis. De Mateo Flecha encontramos este texto en su ensalada La Viuda:

El Duque de Calabria es
con quien no a ovido revés
es su amiga muy amada
´Biuda enamorada
gentil amigo teneis’

Tema que podéis encontrar en uno de los últimos discos de Capella de Ministrers, Batailla en Spagnol, centrado en el género musical de las ensaladas con obras de Mateo Fletcha y Bartolomé Cárceres:

En la página web de Capella de Ministrers encontraréis mucha más información acerca de esta grabación descatalogada del Cançoner del Duc de Calàbria, además de una fotografía histórica  muy curiosa recientemente rescatada de archivo!

Aquí tenéis el link donde poder descubrir mucho más sobre este disco, imágenes, vídeos y el compendio de textos:

No perdáis la oportunidad de adquirirlo ahora, en oferta especial por tiempo limitado a 5€!







miércoles, 9 de enero de 2013

Inauguración del blog de Capella de Ministrers


Capella de Ministrers by J. Schimel
Fotografía: Julie Schimel

Hoy 9 de enero, festividad de los mártires Julián y Basilisa (Antioquía 304 d.C.), inauguramos nuestro blog. Un espacio en el que podréis conocer más de cerca el trabajo de recuperación y transmisión de nuestro legado musical y cultural, pudiendo participar de manera activa con vuestros comentarios y opiniones.

No sólo descubrir de primera mano cómo se generan los proyectos de Capella de Ministrers, sino también conocer detalles y anécdotas del transcurrir de 25 años de trayectoria musical desarrollada internacionalmente.

Este blog estará en constante conexión con nuestra renovada página web a través de imágenes, videos, enlaces, archivos musicales y noticias que os remitirán a la discografía registrada en web.

Esperamos sea de vuestro interés el contenido expuesto y podamos con ello crecer con todas las experiencias compartidas.